Chile Digital 2024: Los desafíos que quedan para nuestro país

blog

El pasado martes 19 de marzo, se realizó en las dependencias de la CEPAL, el evento Chile Digital. La actividad comenzó a las 9 de la mañana y contó con la presencia del subsecretario de Telecomunicaciones, Claudio Araya y de la participación de manera telemática del ministro de Transporte Juan Carlos Muñoz. Además, participaron importantes exponentes del mundo de las telecomunicaciones, quienes fueron organizados en distintos paneles de discusión que le fueron dando vida a la cumbre durante toda la jornada.

Dentro de las distintas discusiones guiadas en Chile Digital, se destacó por distintos actores de la industria, que nuestro país se encuentra a la vanguardia en materia de infraestructura digital, ocupando una posición de privilegio en Latinoamérica.

Ante esto, el activo gremio de las telecomunicaciones ha ido generando distintos espacios de conversaciones para el óptimo desarrollo digital del país, así lo destacó Rodrigo Ramírez, presidente de la Cámara Chilena de Infraestructura Digital, IDICAM, quien señaló que “Se comparte una visión de la importancia de la infraestructura digital como el gran habilitante para la actividad económica, social, productiva y para los derechos de las personas. Es el desde que el país necesita para asumir los desafíos que tiene en materias de desarrollo”.

Autoridades, reguladores de América Latina, operadores de telecomunicaciones con las redes más veloces de la región, empresas desarrolladoras de tecnología, representantes de organismos internacionales y de la banca de desarrollo y especialistas de la transformación digital industrial compartieron su mirada de la industria,  que ha permitido convertir a Chile en el país más conectado y líder de la digitalización en la región.

Daniela Castillo Vicepresidenta de IDICAM,, señaló que “Es un orgullo ser parte de un evento de esta envergadura, creemos que es súper necesario tener este tipo de conversaciones y discusiones en torno a distintos temas, como por ejemplo, la brecha digital y cómo las regulaciones pueden impactar en su reducción. Sin duda creemos que es un evento muy valioso que le hace muy bien a la industria y esperamos que en Chile sigan habiendo eventos de esta naturaleza”.

Del evento se desprende que Chile debe dar garantías de un ambiente convergente e integrador de la infraestructura de telecomunicaciones fundamental para expandir mas servicios y nuevas aplicaciones. Hoy existen tiene varios desafíos. Una política clara sobre uso y asignación de espectro, hasta ahora ha dejado mas incertezas que seguridades. Ampliar el ecosistema institucional de la política de transformación digital del país, entender el nuevo ambiente de la industria de las telecomunicaciones que está viviendo una etapa de estrangulación, los malos números de los operadores, no son una buena señal en momentos en que la industria en su conjunto se encuentra ante el desafío inversor que implica la transición del cobre a la fibra en redes fijas, el inicio del despliegue de 5G independiente en redes móviles. Ambas situaciones exigen de importantes inversiones que hoy, más que nunca, es necesario optimizar. Asimismo, Chile debe impulsar menos costos para la interconexión industrial, permitiendo que la tecnología inalámbrica se integre completamente en el aparato productivo nacional, lo que debe traducirse en la digitalización y la transformación inteligente de las fábricas, pymes e industrias.

Hay que consolidar los casos de Usos, ya no como pilotos, sino como modelos de negocios sostenibles. Se debe tomar en serio los instrumentos para facilitar y potenciar las inversiones requeridas, que todavía son muchas. Aquí entran en consideración desde el incentivo a la compartición de infraestructura, que permite optimizar inversiones al tiempo que propicia la competencia, el fin de la permisología, la homogenización y armonización de la regulación, facilidad para el despliegue de infraestructura que abarata costos y reduce tiempos.

La industria requiere de una nueva regulación que contemple la sustentabilidad financiera, tanto desde una perspectiva coyuntural, donde la industria local debe lidiar con una macroeconomía compleja, como estructural, donde las tasas de crecimiento actuales y futuras son muy distintas a las del pasado. Una regulación más basada en incentivos y simplificaciones que permita agregar, entre otras cosas, redes de alta velocidad al alcance de todos.